homenaje

A mis vasos, que están siempre medio vacíos,
rellenos por lunas llenas de hielo,
agotados de sólo sentir miedo,
mal pagados, sólo escuchan mis lamentos.
Y salir del bar otra vez, acabar de nuevo en el suelo.
Ahora mismo ya no se ni en lo que creo...
Cerveza fría, whisky seco
y mis ideas, embriagadas, vuelven a por tu olor.
Tu pelo, tu risa, mi credo.
Tu control, mi agonía, tu cielo.
Salgo de la oscuridad, yo me ilumino,
pero qué larga es mi sombra cuando no sé mi camino....